Sobre la Fundadora

¡Hola! Soy Kimberley Acosta Díaz, artista, educadora y fundadora de Chiringas.com.
Nací y crecí en el corazón del Viejo San Juan, entre murallas, arte y viento. Desde niña me encantaba mirar el cielo y ver las chiringas volar, como si cada una llevara un pedacito de alegría, esperanza y libertad.

A los nueve años enfrenté una operación en la pituitaria que afectó mi crecimiento y visión lateral. Fue un proceso difícil, pero también el inicio de mi resiliencia. Aprendí que los retos no llegan para detenernos, sino para impulsarnos a descubrir la fuerza que Dios ha puesto dentro de nosotros.
Perdí parte de mi vista, pero gané una nueva manera de mirar la vida: con fe, propósito y gratitud.

Con la ayuda de Dios, sigo caminando cada día con la misión de inspirar, crear y dejar un legado de esperanza.

Estudié Educación de las Artes, y a través del arte descubrí mi voz, mi propósito y la certeza de que el arte tiene el poder de sanar, educar y transformar.

Así nació Chiringas.com, una visión que une mi amor por el arte, la cultura y Puerto Rico. Cada chiringa representa fe, alegría y unión familiar, una invitación a reconectarse con lo simple, con la naturaleza y con nuestro niño interior.

He tenido la bendición de viajar a festivales internacionales de chiringas, representando con orgullo a Puerto Rico y compartiendo nuestra cultura con el mundo. En lugares como Zumpango, Guatemala, confirmé que una simple chiringa puede unir comunidades y contar historias que trascienden fronteras.

En mi camino aprendí algo esencial: antes de creer en los sueños de otros, tuve que aprender a creer en mí primero.

A confiar en la visión que Dios puso en mi corazón, incluso cuando otros no la entendían.
Porque cuando crees en tu visión y la sostienes con fe, el viento siempre termina soplando a tu favor.

Hoy vivo agradecida, volando con propósito, alegría y esperanza. Sigo aprendiendo, creciendo y confiando en que los sueños se alcanzan cuando caminas de la mano de Dios.

✨ De los retos nacen alas, y de la fe nacen los sueños que vuelan alto.